30 de diciembre de 2011

Diario de un día como hoy.

Hoy he quedado con él. Con la persona que me dio la vida.
Mi primera impresión nada más verle ha sido pensar: "ya no es como antes".
Tomando un café, contándonos la vida; tantas cosas que no sabemos uno del otro... Me dí cuenta de que en las manos tenía muchas arrugas, ya no las tiene suaves como antes. Ahora son frías, ásperas y con rayas; eso me demuestra que ya se está haciendo mayor. (El tiempo pasa tan rápido...)
Pero lo más bonito de hoy ha sido cuando a visto a mi perra, su antiguo animal de compañía... Ella ya casi ni le conocía, pero a él le ha dado igual, ha ido hacia ella y se le han saltado las lágrimas. Yo no me lo creía. En ese momento me sentía feliz, alegre, como si me hubiera quitado un gran peso de encima.
Hacía mucho tiempo que no le veía tan feliz, y lo mejor, es que quiero verle más veces así.

No hay comentarios:

Publicar un comentario